Polifagia canina o compulsión alimenticia
Existen perros que, por determinadas circunstancias, son mas zampones que otros. Esto puede ser resultado de su carácter, o bien de alguna alteración física o psicológica. En el artículo de hoy, vamos a hablar sobre la polifagia canina.
Juan Vazquéz
Veterinario
¿Qué es?
La polifagia se define clínicamente como un incremento anormal de la necesidad de ingerir alimentos. Aunque podríamos considerar que, por su carácter, determinados perros tienen polifagia natural y quieren estar todo el día comiendo, nos vamos a referir en las siguientes líneas a las situaciones únicamente patológicas.
¿A que puede ser debido este trastorno?
Son varias las causas tras la aparición de esta alteración:
- Uso de determinados fármacos: Algunos medicamentos pueden producir un incremento en la ingesta de alimentos como parte de sus efectos sobre el organismo. Por ejemplo, los corticoides o los antiepilépticos.
- Síntoma de enfermedad: Varias enfermedades pueden provocar polifagia. Síndrome de Cushing, diabetes o insuficiencia pancreática son algunas de ellas.
- Factores ambientales: Por ejemplo, durante el invierno los animales suelen incrementar el consumo de comida. También la realización de ejercicio físico intenso puede desembocar en una polifagia, digamos, necesaria. La administración de dietas palatables también pueden producir una alta demanda de alimentos.
- Polifagia psicógena: Cuando el aumento de la ingesta de alimento proviene de algún cambio ambiental que pueda haber afectado al animal a nivel cognitivo. Por ejemplo, la llegada de otro perro a la familia.
Métodos de tratamiento
El tratamiento de este trastorno, siempre irá encaminado a resolver la causa primaria. Por este motivo, la exploración veterinaria resulta indispensable con el fin de poder detectar de forma eficaz cual es el problema que está causando la consecuente polifagia.
No obstante, en la polifagia fisiológica no se debería implantar un tratamiento como tal, pues el aumento de la ingesta de comida obedece a la satisfacción de las necesidades energéticas del animal.
Asimismo, la polifagia como efecto secundario de determinados fármacos, resulta difícil de tratar. En estos casos, se debe de ajustar la dosis para evitar un sobrepeso o una anorexia, según su caso.
En cuanto a la polifagia derivada de enfermedades sistémicas, normalmente la resolución de la enfermedad suele ser suficiente para resolver el trastorno alimenticio.
Por último, en la polifagia psicógena, conviene realizar una evaluación etológica del animal con el fin de descubrir el estímulo o alteración psicológica causante del incremento de la ingestión anormal de comida. El uso de comederos antiglotones en este tipo de polifagias puede resultar de interés para promover una digestión mas liviana.
Juan Vázquez
Médico veterinario